Ariosto Rivera

Ariosto Rivera

En el corazón de la producción artística mexicana, surge la firma Ariosto Rivera, un faro de reinterpretación y evolución del ancestral arte popotillo. Bajo la guía de los talentosos Joaquín Ariosto García y Jesús Pérez Rivera, este arte milenario, nacido de las culturas prehispánicas de México, renace con una fuerza renovada. Obras figurativas de meticuloso detalle se entretejen con fibras naturales de mijo pigmentadas y cera de abeja, en un proceso intrincado que recuerda al mosaico, exigiendo una precisa combinación de paciencia e imaginación.

Ariosto Rivera eleva esta milenaria tradición, trascendiendo sus límites con elementos innovadores y materiales contemporáneos que enriquecen la diversidad de texturas y tonalidades de sus producciones. Sus obras, un despliegue de colores vibrantes y contrastes intensos, resplandecen con vida propia. En ellas, se manifiestan hermosas mujeres ataviadas con intricados vestidos que reinterpretan los elementos de nuestra rica cultura mexicana. A la par, cráneos y catrinas emergen como símbolos poderosos, rindiendo homenaje a las profundas raíces culturales de nuestra tierra, capturando la esencia de lo eterno y lo mágico.

En un nuevo capítulo de su evolución artística, Ariosto Rivera ha dado vida a un enigmático conejo blanco, que se ha convertido en el protagonista de sus narrativas visuales. Este personaje, bajo la mágica visión de los artistas, se adentra en madrigueras cargadas de magia y emoción. Su viaje simboliza la exploración de lo desconocido y la búsqueda de lo extraordinario, invitando al espectador a sumergirse en un mundo donde los límites de la realidad se difuminan y lo fantástico cobra vida.

Los éxitos de Ariosto Rivera han trascendido fronteras, destacándose en prestigiosas ferias de arte en ciudades emblemáticas como París, Madrid y Buenos Aires, además de su ciudad natal: Ciudad de México. Sus obras han capturado el interés y la admiración de coleccionistas en Estados Unidos, Reino Unido, España, Canadá, Australia, Argentina, Malasia y Francia, entre otros.

Orgullosamente mexicana, la obra de Ariosto Rivera no se conforma con preservar y enaltecer la técnica del arte popotillo; busca también innovar y trascender, fusionando con maestría la tradición con lo contemporáneo. Cada pieza, una sinfonía visual, es un tributo a la rica cultura de México y una invitación a sumergirse en mundos imaginarios y oníricos.

En el corazón de la producción artística mexicana, surge la firma Ariosto Rivera, un faro de reinterpretación y evolución del ancestral arte popotillo. Bajo la guía de los talentosos Joaquín Ariosto García y Jesús Pérez Rivera, este arte milenario, nacido de las culturas prehispánicas de México, renace con una fuerza renovada. Obras figurativas de meticuloso detalle se entretejen con fibras naturales de mijo pigmentadas y cera de abeja, en un proceso intrincado que recuerda al mosaico, exigiendo una precisa combinación de paciencia e imaginación.

Ariosto Rivera eleva esta milenaria tradición, trascendiendo sus límites con elementos innovadores y materiales contemporáneos que enriquecen la diversidad de texturas y tonalidades de sus producciones. Sus obras, un despliegue de colores vibrantes y contrastes intensos, resplandecen con vida propia. En ellas, se manifiestan hermosas mujeres ataviadas con intricados vestidos que reinterpretan los elementos de nuestra rica cultura mexicana. A la par, cráneos y catrinas emergen como símbolos poderosos, rindiendo homenaje a las profundas raíces culturales de nuestra tierra, capturando la esencia de lo eterno y lo mágico.

En un nuevo capítulo de su evolución artística, Ariosto Rivera ha dado vida a un enigmático conejo blanco, que se ha convertido en el protagonista de sus narrativas visuales. Este personaje, bajo la mágica visión de los artistas, se adentra en madrigueras cargadas de magia y emoción. Su viaje simboliza la exploración de lo desconocido y la búsqueda de lo extraordinario, invitando al espectador a sumergirse en un mundo donde los límites de la realidad se difuminan y lo fantástico cobra vida.

Los éxitos de Ariosto Rivera han trascendido fronteras, destacándose en prestigiosas ferias de arte en ciudades emblemáticas como París, Madrid y Buenos Aires, además de su ciudad natal: Ciudad de México. Sus obras han capturado el interés y la admiración de coleccionistas en Estados Unidos, Reino Unido, España, Canadá, Australia, Argentina, Malasia y Francia, entre otros.

Orgullosamente mexicana, la obra de Ariosto Rivera no se conforma con preservar y enaltecer la técnica del arte popotillo; busca también innovar y trascender, fusionando con maestría la tradición con lo contemporáneo. Cada pieza, una sinfonía visual, es un tributo a la rica cultura de México y una invitación a sumergirse en mundos imaginarios y oníricos.