Elsa Jurado Amezaga
Sep 1, 2025
En la vasta tradición artística de México, pocas técnicas son tan minuciosas, coloridas y simbólicas como el arte en popotillo. También llamado arte en paja de trigo, esta técnica ancestral consiste en crear imágenes mediante pequeñas hebras de popote teñido, colocadas una a una sobre una base de cera o resina natural. El resultado es una obra vibrante, con un brillo y textura inigualables. Pero hoy, este arte enfrenta un gran desafío: su creciente escasez.
El arte en popotillo tiene raíces que se remontan a la época prehispánica. Se han encontrado vestigios de esta técnica en códices y objetos ceremoniales mexicas, donde se utilizaba como una forma de ofrenda y decoración ritual. Con la llegada de la colonización, fue adaptándose a nuevas temáticas, sobreviviendo gracias a su valor simbólico y estético.
Esta técnica requiere una gran destreza manual, una profunda comprensión del material natural y, sobre todo, tiempo. Cada pieza puede tardar semanas o incluso meses en completarse, dependiendo del tamaño y nivel de detalle. “El popotillo no se puede apurar. Hay que respetar el ritmo del material”, explica el artista Ariosto Rivera, uno de los pocos creadores contemporáneos que ha dedicado su carrera a perfeccionar y evolucionar esta técnica.
El arte en popotillo ha sido históricamente transmitido de generación en generación, en pequeños talleres familiares. Sin embargo, en las últimas décadas, el desinterés institucional y la falta de apoyo económico han hecho que muchos artesanos abandonen esta práctica. Actualmente, son muy pocos los artistas activos que continúan trabajando el popotillo a nivel profesional.
Además, se enfrenta a un mercado que privilegia la producción rápida y en masa. El popotillo no puede competir con la inmediatez de las técnicas digitales ni con la reproducción mecánica. Por eso, las obras de este tipo no abundan en galerías, museos o ferias de arte, y mucho menos en el comercio en línea.
Adquirir una obra de arte en popotillo hoy en día es un acto de coleccionismo consciente. Implica valorar no solo la imagen final, sino todo el proceso artesanal y cultural detrás. Cada hebra colocada es el resultado de una elección precisa, de un pulso entrenado, de una mirada sensible. No existen dos obras iguales, y eso las hace aún más valiosas.
En Ariosto Rivera, nos enorgullece preservar esta técnica y ofrecer obras originales que honran su historia, pero también la actualizan con propuestas contemporáneas. Apostar por el popotillo es también apostar por la diversidad de las expresiones mexicanas, por lo hecho a mano, por lo que no se puede replicar.
Referencias / Sources:
Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). Técnicas tradicionales del arte mexicano.
Secretaría de Cultura de México. https://www.gob.mx/cultura
García, M. (2014). Artes populares de México: entre la tradición y la resistencia. UNAM.
Testimonio del artista Ariosto Rivera, entrevista interna 2024.